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¿El vestido incorrecto?

El vestido de novia es uno de los elementos esenciales en tu boda. Después de todo, las miradas de todos los asistentes se concentrarán en ti y el futuro esposo durante todo el día.

También sabemos que en gustos se rompen géneros y aunque tengas planeado llevar un vestido sencillo en el gran día, debes tener en mente poner atención a estos tres puntos para no arrepentirte en el futuro:

1. La comodidad


Cada cuerpo es distinto y no a todos nos quedan bien el mismo tipo de prendas. Hay quienes tenemos un torso ancho y los vestidos strapless ceñidos al cuerpo nos dan un look ‘extraño’, por ejemplo. Nuestra recomendación es que: si no te sientes a gusto y cómoda llevando el vestido, no lo compres. Así de sencillo.  Una cosa es que batalles con el escote el día de la prueba y otra cosa es que pases un día entero (con las miradas de tus invitados clavadas en ti, por cierto) tratando de llevar ese mismo escote en su lugar.

Elige un vestido que te haga sentir bien y con el que te puedas mover con naturalidad. Súper importante.

2. La talla


Es importantísimo que no caigas en el error que muchas novias cometen: “Sí, es una talla más chica que la que uso comúnmente, pero voy a estar a dieta todo este tiempo para poder usarlo en la boda”.  ¡NO! Si te es imposible respirar con el vestido puesto o simplemente no cierra, no lo compres. Es mucho mejor (y más barato) que elijas un vestido una talla más grande al que le puedan hacer ajustes sencillos por si tu dieta pre-nupcias es exitosa, a que pierdas menos de las medidas que tenías planeadas y pases un día entero sin poder moverte siquiera.

Elige tu talla actual o una más grande.

3. El precio


¿Es de diseñador, tiene un corte increíble y parece salido de la sección de Personalidades de una revista glamourosa, pero cuesta tres veces lo que tienes planeado gastar? No lo compres. Seamos razonables, hay muchos gastos en puerta y puedes encontrar modelos que te beneficien y de los cuales te enamores perdidamente a un precio justo al alcance de tu presupuesto.

Nunca te arrepentirás de haber gastado menos de lo que tenías planeado, ¿cierto?

 

Créenos, estos 3 puntos pueden salvarte el día de tu boda. ¿Lista para ir de compras?

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